Maite Aranzabal es inquieta pero tranquila. Se mueve, crea, transforma, se reinventa.
Incursiona en todas las disciplinas del arte habidas y por haber. Es una artista por naturaleza.
Cuesta encasillarla en una sola disciplina, incluso para presentarla. Es innegable que los pasos mas agigantados los dio en el teatro, pero su hiperquinesia la obligó a descubrir nuevos caminos ligados al cine. Recientemente estrenó "Sobre las tablas" una película realizada en la patagónia que la tiene como directora.
Según expresa, las historias "te piden un formato" para ser contadas.
Maite se confiesa una apasionada por los viajes, y ha tenido la oportunidad de conocer distintos rincones del mundo. Sin embargo, resalta sus raíces y particulariza sobre la "movida cultural" de General Roca
Como frente a todo artista, resulta inevitable preguntar sobre su primera fuente de inspiración, sobre ese momento, esa situación que le abrió los ojos y le permitió ver las cosas bajo el manto del arte.
Actualmente, y después de largos años de trayectoria, Aranzábal cuenta con nuevas fuentes de inspiración que se traducen en historias que deben ser contadas.
Concluyendo la charla que se extendió por unos minutos, Maite recalca y detalla cada uno de sus gustos. Ama viajar, disfruta mucho las giras, las presentaciones y conocer nuevos paisajes, nuevos horizontes. Para terminar, deja una frase que queda retumbando en el ambiente, "algo que me gusta mucho es payasear, en la vida también".
miércoles, 11 de junio de 2008
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