Fabián Vena es un actor tanto de cine como de televisión. Se muestra completo y versátil a la hora de interpretar cualquier género en ambos formatos. Tiene una amplia trayectoria en el medio y ha sido reconocido por tres premios Martín Fierro. El mes pasado visitó la ciudad por segunda vez con su obra “La duda” en la que comparte escenario con Gabriela Toscano. El trabajo se puso en escena en la sala II de Casa de la Cultura.
En la entrevista, podremos conocer parte de sus proyectos, sus sensaciones y su preparación para cada espectáculo.
Nos adentramos en la vida de este consagrado artista a nivel nacional …
¿Cómo es tu rutina antes de actuar en algún lado, de presentar un trabajo?
Por suerte no tengo días comunes en el sentido de que no tengo una rutina, nuestro trabajo es así, en momentos en donde la gente sale a descansar, los sábados y domingos nosotros vamos a trabajar y cuando descansamos que son los lunes y martes están todos trabajando.
Entonces resulta un poco extraño nuestro trabajo y por lo tanto nuestra manera de vivir también y depende de los tiempos y los momentos de lo que uno esta haciendo.
En este momento estoy ensayando una obra y ensayar una obra es uno de los momentos más estresantes por todo lo que conlleva de energía mostrar lo nuevo, lo que uno esta haciendo. Sobre todo porque uno le dedica muchas horas y mucho tiempo. Uno esta obsesionado con el trabajo hasta tanto no termine de mostrarlo, de plasmarlo y de saber que es lo que pasa con el material.
Todo lo que acontece alrededor del día de un actor me parece que a la hora de estar armando el nuevo personaje, esta totalmente involucrado en esa situación y no ves con otros ojos nada de la vida. Eso empieza a aflojar en la medida que uno empieza sus funciones y empieza a vivir, puede sonar muy obsesivo y demasiado preocupante pero ya estamos acostumbrados a saber que son momentos y que esto se regulariza a la hora de mostrar el trabajo.
A partir de ahí empieza una etapa nueva pero no tan estresante sino mucho mas linda que es la de disfrutar con el publico todas las noches un acontecimiento único.
El día de hoy como todos estos días son de mucha actividad, en donde trato de comer bien y descansar. Aunque es difícil comer bien y descansar a la hora de ensayar mucho y esperar ya en pocas semanas darle un fin a la nueva obra.
¿Cómo se viven las giras?
Es extraordinario, hacer una gira nacional es una cosa maravillosa. Uno en las temporadas en Buenos Aires, con show todas las noches, nota que siempre es distinto, porque trabajar en teatro hace que las noches sean distintas. Pero en Buenos Aires tenes una corriente de publico medianamente parecida, talvez cambie un poco con los días, porque no es lo mismo la gente que va un miércoles que la gente que va un domingo, no lo sé muy bien por qué pero no es lo mismo.
Imagínate en las giras, lugares donde talvez la distancia no sea mucha, pero nos ha pasado, de una noche a la otra aparecen los cambios tan distintos de publico, de teatro para nosotros, porque constantemente cambiamos de salón en una gira y entonces es una experiencia maravillosa.
De gira, ¿cada noche se vive distinta?
Uno tiene que salir todas las noches como si fuera un estreno o como si fuera una ultima función tiene que pasar de todo y pasa de todo. En ese aspecto, en general la gente del sur es muy agradecida, saben lo que significa el esfuerzo de las distancias y cada vez que nos acercamos sentimos ese agradecimiento. He tenido la suerte de recorrer todo el sur de gira, no solo con esta obra sino con una anterior que he hecho y es una experiencia única porque uno también se siente maravillado por estar en lugares tan hermosos.
¿Cuál es el argumento de “La duda”?
Está ambientada en los años 60 en un colegio de curas y monjas. Un conflicto aparente que es el que lleva adelante la obra y que tiene que ver con la sospecha por parte de la directora del colegio acerca del cura sobre el abuso a un menor. Son todos chicos los que están en el colegio, es un colegio primario y es ahí donde aparece la impronta claramente del desnudo y del drama y de la comercialización del espectáculo como tema importante, como tema polémico, tema aberrante.
Tenes una larga trayectoria y hace más de dos años que pones sobre el escenario “La duda”, ¿Todavía existen los nervios?
Si por supuesto que si, los nervios son el motor que te moviliza a estar concentrado, a estar mejorando, a estar vivo arriba del escenario, a dar todo lo que uno tiene en ese momento. Me parece que esos son los nervios. Los nervios te pueden anular o hacer meter la pata pero si funcionan para el lado que corresponde te dan energía y estar nervioso esta bien. A veces es peligroso estar demasiado tranquilo. Los nervios te mantienen atento, está muy bien que eso aparezca, está en uno saber llevarlo, encausarlo en la energía que corresponde.
¿Se viene algo nuevo?
Estamos preparando una obra nueva que se llama “Grabados”. La vamos a estrenar en la Ciudad Cultural Konex que es un espacio nuevo en Buenos Aires y muy interesante para conocer.
Esta cerca de la zona del abasto, es una fábrica vieja de aceites en la que una gente muy interesante ha invertido, sobre todo en el teatro. Ya tienen tres salas funcionando y todos los días le hacen cosas nuevas. Está bueno porque hay un movimiento cultural muy grande.
No solamente por las obras de teatro también hay gente en ciclos de cine e incluso ahora han montado una opera
La verdad que es un espacio cultural muy interesante que ha aparecido este ultimo tiempo y nosotros tenemos la suerte de estrenar una obra que es joven en su espíritu basada puramente en la actuación. Va a ser una obra interesante
¿Cual es tu personaje ahí? ¿En que se parece al personaje al que interpretas en “La duda”?
Tiene poco que ver con este cura, en realidad nada que ver. Te diría que es todo lo contrario.
En Grabados, soy un personaje dentro de una obra que trata de tres amigos de treinta y pico que se encuentran después de quince años de no verse y que han compartido más que nada la etapa del secundario.
Son tres personajes muy distintos entre si y el que me tocó por suerte es bastante divertido
Por lo general trato, si la suerte me acompaña y el destino también, de hacer personajes que poco tienen que ver con el ultimo que he hecho.
De esta forma intento cubrirme a la hora de no repetir y sobre todo divertirme que es una de las cosas muy buenas que tiene esta profesión.
Si bien en la duda estoy haciendo un drama y emocionalmente requiere de mucha concentración y de mucha entrega no dejo de divertirme. Es la gran paradoja del comediante, uno sufre arriba del escenario pero si lo hace bien la pasa bárbaro.
En este caso el personaje es muy distinto a este cura de los años 60 que estoy haciendo ahora y tiene que ver más con un personaje vital a la hora de relacionarse con la manera de ver la vida y un personaje muy rico en humor. Creo que la obra incluye un género diferente porque se trata de una comedia dramática. La vamos a estrenar en principios de junio, o al menos es la idea.
miércoles, 11 de junio de 2008
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